Hay dinero para todo, pero no todo es cuestión de dinero

Luisondome


Imagen: NASA

Septiembre 3, 2022


Gastar $28.000 millones en la colonización de La Luna, o gastarlos en la lucha contra en cambio climático…


El titular se plantea como un dilema: si lo uno, o lo otro…, pero no es tal cosa. Ambas inversiones son posibles y los hechos lo demuestran, pues hay recursos para sacar adelante ambas cosas al mismo tiempo. Esta semana se va a enviar al espacio el primer cohete con la ARTEMIS I a bordo camino de La Luna, como un primer paso, previo a que un hombre y una mujer vuelvan a pisar la Luna.


Por otra parte, el calentamiento global ocasionado por el cambio climático debido a la continuación perturbación del mismo a lo largo de los dos últimos siglos, continúa golpeando duramente a distintas regiones del planeta, con inundaciones, incendios, sequías, con pérdidas de cosechas, hambrunas, desaparición de especies, y muertes por millones de seres humanos achacarles al cambio climático. Por ello, el mundo necesita reconvertirse para sobrevivir con una calidad de vida aceptable en el planeta, lo que requerirá de la inversión de ingentes cantidades de recursos económicos.


La verdad es que los recursos financieros están lleno a parar tanto a la conquista del espacio, como a la lucha contra el cambio climático en ingentes cantidades, y esto es así porque la inversión en ambas promete ser muy rentable para los inversores en un futuro no muy lejano, y tanto en uno como en el otro caso, prevén recuperar su dinero con el beneficio pertinente y esperado.


¿Y por cuánto saldrá poner seres humanos en la Luna de nuevo? 



Pues según nos cuenta Daniel Marín en su interesante y cuidado Blog Eureka, por unos 28 mil millones de dólares, repartidos en el espacio de cinco años. De esta cantidad, la mayor parte corresponde al módulo lunar —o, en la jerga de la NASA, el HLS (Human Landing System)—, que saldrá por cerca de 16200 millones de dólares. La nave Orión y el cohete SLS costarán unos 7600 millones. Lógicamente, esta cifra no tiene en cuenta la inversión previa ya realizada en el SLS y en la nave Orión (la NASA ya lleva gastados 18600 millones de dólares en el SLS y 16700 millones en la nave Orión). El reparto asimétrico de costes es lógico si tenemos en cuenta que el HLS es un elemento crítico y que prácticamente no ha recibido atención hasta 2020, es decir, apenas cuatro años antes de la fecha prevista para el primer alunizaje.


Imagen: NASA


El objetivo final de la primera misión de Artemis es comprobar que la nave es capaz de realizar las maniobras necesarias para garantizar la estabilidad y la seguridad durante su viaje al satélite y reingresar en la atmósfera terrestre a altas velocidades sin ser dañado. Los objetivos parciales son:

  1. Probar la resistencia térmica de Orión
  2. Comprobar el funcionamiento del Space Launch System
  3. Verificar que los sistemas de comunicación, propulsión y navegación funcionan correctamente y que no existen fallos que pongan en peligro la misión.
  4. Garantizar el regreso a la Tierra de la nave Orión
  5. Evaluar otros aspectos de la nave Orión:
    • Evaluar su sistema de navegación óptica o el despliegue de los satélites CubeSats, que se emplearán para estudiar el espacio profundo durante el viaje.
    • Evaluar el sistema avanzado de guía, navegación y control (GN&C), que permitirá que la NASA tendrá controlada en todo momento la posición de la nave espacial.
    • Garantizar el funcionamiento de la red Wi-Fi integrada es otro de los objetivos, pues es esta la que permite que las cámaras acopladas en las alas de los paneles solares de la cápsula no fallan.
Imagen: NASA

En definitiva, lo que se está haciendo es probar los nuevos desarrollos tecnológicos que van a hacer posible la viabilidad y la continuidad en condiciones de seguridad de las naves que van a transportar hombres y medios a la Luna para instalar en nuestro satélite una estación habitada permanentemente, que es el propósito final, es decir: la colonización de la Luna.


¿ Y que puede pasar si se invierten esos $28.000 millones en la lucha contra el Cambio Climático?


Según el Cuarto Informe Conjunto de los BMD de 2014, de los seis principales bancos multilaterales de desarrollo (BMD) del mundo, se entregaron más de US$28 000 millones en financiamiento el año pasado para ayudar a los países en desarrollo y las economías emergentes a mitigar los desafíos del cambio climático y adaptarse a sus efectos. Las últimas cifras elevan el total de compromisos de los últimos cuatro años a más de US$100 000 millones.


Imagen: LDL


En 2014, los seis bancos proporcionaron más de US$23 000 millones, que fueron destinados a esfuerzos de mitigación, y US$5000 millones dirigidos a tareas de adaptación, según el cuarto Informe conjunto de los BMD sobre financiamiento para iniciativas relacionadas con el clima.


El documento revela el importante papel que desempeñan los BMD en la entrega de financiamiento para el desarrollo en un mundo configurado por el cambio climático. 


Entre las regiones, Asia meridional recibió el mayor porcentaje del total de financiamiento, con un 21%. América Latina y el Caribe, los países de Europa que no pertenecen a la Unión Europea y Asia central, África al sur del Sahara, y Asia oriental y el Pacífico recibieron el 17%, 16%, 15% y 10%, respectivamente.


Alrededor de un tercio (el 36%) del total de los fondos para adaptación se destinó a la agricultura y a proyectos relacionados con recursos ecológicos, y el 40% se dirigió a proyectos del ámbito de la infraestructura (incluida la protección contra inundaciones), la energía y las zonas edificadas. Los proyectos de mitigación más comunes abordaron el tema de la energía renovable, recibiendo un 35 % del financiamiento. La eficiencia energética representó el 22%. Los bancos también invirtieron fuertemente en transporte sostenible: un 27% del total del financiamiento.


El informe por tanto muestra cómo los BMD, dada su capacidad para catalizar fondos públicos y privados, han atraído y desplegado con éxito financiamiento para el cambio climático destinado a apoyar el crecimiento con capacidad de adaptación y bajas emisiones de carbono en los países en desarrollo y las economías emergentes.


Coclusión:

Hay dinero para todo, y es seguro que terminaremos colonizando la Luna, y mas tarde el Planeta Marte. Pero para ganarle la batalla al cambio climático, no solo hace falta invertir dinero, pues con todo el dinero del mundo no basta.


Tenemos que hacer lo que no hicimos hasta ahora: Cambiar nuestro estilo de vida, dejando de  quemar, gastar y consumir lo que tenemos y lo que no tenemos, y comenzando por ser mas respetuosos con nuestro Planeta que nos acoge. 


En definitiva: 

Que hay dinero para todo, pero no todo es cuestión de dinero.


Fuentes: Daniel Marín (Eureka), Banco Mundial (Informe BMD 2014)

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