Arde España..., pero de los políticos no se ha quemado ni uno
Incendios
León, Asturias, Palencia, Zamora, Lugo, Ourense, Navarra, Cádiz… Este verano los incendios forestales en España están provocando mas ruina y mas destrucción que se suma a la de años interuires, y si no tomamos medidas urgentes, cada vez perderemos más de nuestros montes y nuestros pueblos.
Un total de 344.417 hectáreas se han quemado en España en los 224 incendios ocurridos este año, según los datos recogidos por el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS, por sus siglas en inglés), de Copernicus, actualizados este lunes.
La última información de esta herramienta, del programa Copernicus, de observación y vigilancia de la Tierra de la Unión Europea, publicada el pasado día 14 de agosto daba el dato de 148.205 hectáreas calcinadas, por lo que se deduce que los satélites de EFFIS han evaluado que la superficie nacional quemada estos últimos cuatro días ha sido superior a las 200.000 hectáreas.
El Ministerio para la Transición Ecología y el Reto Demográfico (Miteco) publicó esta madrugada en su página web datos provisionales de superficie de este año hasta el 10 de agosto y sitúa esa cifra en 138.788 hectáreas.
Según el Miteco, la información comunicada por las comunidades autónomas no incluye la superficie de los grandes incendios producidos en la última semana al no estar extinguidos, a fecha de publicación del informe.
Con los datos actualizados por EFFIS (Copernicus), en España se ha quemado en 2025, a día de hoy, más hectáreas que en todo 2022, año que tenía el récord de superficie quemada en las estadísticas de la UE (306.555 h.) que llegan hasta 2006, y eso que aún no están contabilizadas las hectáreas de monte quemado porque los incendios aún están activos, por lo que es posible que cuando se cierren cuentas la superficie quemada supere las 600.000 hectáreas hasta el mes de Agosto, y aún queda año por delante.
Hasta el momento y durante este año, el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales tiene contabilizados 224 incendios en España. Según datos del Miteco, del pasado 8 de agosto, el número de grandes incendios, aquellos que superan las 500 hectáreas quemadas en 2025, sumaban 14 y superaban así la media del último decenio.
Pero no son las pérdidas materiales las mas difíciles de superar, pues en lo que llevamos de año, los incendios han dejado ya 6 víctimas mortales, decenas de personas heridas y miles de evacuadas. Además, se han visto duramente castigados lugares tan valiosos como Las Médulas, Patrimonio de la Humanidad.
Estado actual de los incendios
En Castilla y León, hay evacuadas 5.300 personas de 76 pueblos de toda la comunidad entre las provincias de León, Palencia, Zamora y Salamanca. Ocho poblaciones del corazón de la vertiente leonesa de los Picos de Europa han sido evacuadas, mientras las llamas cruzan a Cantabria. Además, una docena de localidades del lago de Sanabria (Zamora) se preparan para una posible evacuación, que afectará a unos ocho mil vecinos de la zona. En el incendio de Yeres, a última hora del domingo, había que lamentar un bombero fallecido y un herido tras volcar una autobomba en la comarca Ponferrada.
En Extremadura, el incendio de Jarilla, en Cáceres, que lleva siete días activo, ya ha arrasado más de 12.000 hectáreas y amenaza en su flanco norte a la provincia de Salamanca. La localidad de Hervás, con 4.000 habitantes, que suelen duplicarse en estas fechas, continúa confinada. Durante la madrugada, se han evacuado más municipios en la zona.
En Galicia, nueve incendios forestales siguen activos en la provincia de Ourense y suman 62.500 hectáreas afectadas. Aunque todos los focos activos se originaron en la provincia de Ourense, algunos afectan también a superficie de las provincias de Zamora y Lugo. El que más ha avanzado durante la noche es el que se originó en la tarde del miércoles en el municipio de Larouco, que ha alcanzado las 15.000 hectáreas y tras pasar a la provincia de Lugo afecta en total a siete municipios. El que abarca más extensión de terreno sigue siendo el de Chandrexa de Queixa, con 17.500 hectáreas.
La Guardia Civil y la Policía Nacional han desalojado a 31.130 personas debido a los incendios que asola el noroeste del país y Extremadura desde que se declaró la preemergencia el pasado 12 de agosto.
Hasta los animales entienden mejor que nosotros la gravedad de este desastre, y hacen mas por evitarlo.
Y ahora ¿que?
Nuestro país es cada vez más seco y sus temperaturas más extremas, y con el cambio climático estos incendios no harán más que aumentar en frecuencia, peligrosidad y virulencia. Pero desde las administraciones prefieren culparse unos a otros antes que tomar cartas en el asunto.
La legislación en materia de incendios que ya existe no se está cumpliendo. Las comunidades autónomas no ponen los medios necesarios para prevenir y gestionar nuestros montes, ni suficientes recursos para extinguir el fuego.
Las consecuencias de la inacción son terribles. Por eso, pedimos al Gobierno una estrategia nacional para la gestión de nuestros bosques, y que asegure a nivel autonómico:
- Una gestión forestal continua, no solo en verano, que se centre en la gestión del combustible en los montes.
- Revitalizar el ámbito rural y su economía, fomentando el uso de los ecosistemas agroforestales para que sean rentables económicamente.
- Dotar de recursos y estabilidad laboral al sector forestal, evitando que el trabajo de gestión se centre solo en los meses de mayor riesgo de incendios.
Vamos a decirle al Gobierno y las administraciones que no vale acordarse solo del bosque en época de incendios, es necesario invertir en una gestión forestal y en prevención todo el año.
Si calculamos la superficie de cultivos abandonados que se han transformado en masas vulnerables al riesgo de incendio, si trabajamos para incidir en la necesidad dar soluciones al riesgo de ignición y propagación, alejadas de los bulos repetidos sobre piromanía y terrorismo ambiental, si impulsamos la investigación de quienes y porque queman el monte, si aumentamos las penas por prenderle fuego al monte, pues estaremos en la vía buena de la solución del problema.
Y sobre todo, y es lo mas importante:
Digámosle a los políticos que dejen en sus casa las rivalidades con los otro partidos, que no se ocupen tanto de cuidar que no les quiten el sillón, y que se centren primero en diseñar políticas de prevención de catástrofes y de como solucionarlas, como hacen en Japón, y doten al país de todos los medios posibles para luchar contra los efectos que estas catástrofes producen.
El abandono institucional en una situación de emergencia es imperdonable.
Estos días se han sucedido también declaraciones de bomberos y otros
profesionales del sector, en el que denunciaban la falta de recursos,
las condiciones precarias e inseguras de su trabajo y la negativa a
realizar tareas de prevención fuera de la zona estival.
Es mucho mas el dinero que se pierde cuando una de estas catástrofes sucede, que el que se necesita gastar para evitar todo este daño, que es un daño que sufre un ciudadano que paga sus impuestos, y que ve como lo pierde todo porque su gobierno no ha hecho lo necesario para evitar lo sucedido. Ha pasado con la Dana valenciana, y se repite la historia con los incendios de este verano.
¿Es que ya no somos capaces de aprender de los errores que cometemos?




Y cada día que pasa, aumenta el nº de hectáreas quemadas y se reducen los motivos para que el rural permanezca habitado
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