Los microplásticos, hasta en nuestros cuerpos

Luisondome

Imagen: Greenpeace
Vivo a pie de playa en la costa gallega, lo cual me permite sacar a pasear a mi perrita y disfrutar del bello paisaje de la Ría de Arousa y respirar aire puro, lo cual sería muy agradable sino fuera porque todos los días, con la subida de la marea, esta deposita en la orilla toda la mierda que entre todos vertemos al mar a una u otra orilla del Océano, y que las corrientes transportan hasta que son depositadas en tierra firme por la marea, porque sigue habiendo energúmenos que tiran por ejemplo la mascarilla al mar en vez de depositarla en una papelera.


Digámoslo de otra manera claramente: desde 1950, la industria del petróleo y del plástico ha  producido más de 1,200,000,000,000 kilos de este material, lo que es una barbaridad.


De esta barbarie hay un principal culpable: la ya citada industria de los combustibles fósiles que envenenó la tierra entera a lo largo de los últimos 70 años con un material peligroso que sobrevivirá por mucho tiempo a la especie humana. 


National Geografic acaba de publicar recientemente un estudio en el que se demostró que los microplásticos ya habían llegado al interior de nuestro organismo: a nuestros pulmones e incluso a la placenta. Pronto llegará el día en que en el mar haya mas plástico que peces. Si bien la industria petrolera es la mayor culpable de este destrozo, no es la única. El segundo culpable en el ranking somos nosotros, que somos incapaces de evitar de usar plásticos, y peor aún: no hemos aprendido cual es la forma correcta de deshacernos de ellos.


Los beneficios a corto plazo, son problemas a largo plazo

El plástico existe por una singular razón: por y para el beneficio privado de los accionistas de las empresas que los producen, a expensas del público y del planeta.

La mayoría de los plásticos son el subproducto de productos químicos basados en combustibles fósiles como el gas natural o el petróleo. El plástico es solo otro centro de ganancias para los productos de desecho de combustibles fósiles.


El plástico natural ha existido desde siempre: la gente en América Central fabricaba bandas elásticas hace más de 3500 años, pero no fue hasta la Revolución Industrial que Alexander Parkes patentó el primer plástico hecho por el hombre en 1855. Los plásticos sintéticos realmente tomaron el control después de la Guerra Mundial. Yo, y desde 1950, hemos producido más de 101,200,000,000,000 kilogramos de plástico.


En otras palabras, durante más del 99% del tiempo en que se desenvuelve  la historia humana, nos las hemos arreglado bastante bien sin tener que utilizar el plástico. Luego, ha sido en los últimos setenta años, cuando la industria de los combustibles fósiles envenenó la tierra entera con este peligroso material que sobrevivirá por mucho tiempo a la especie humana.


Pero no estamos reduciendo el uso del plástico, no. En 2020, la industria de los combustibles fósiles produjo más de 400 000 000 de toneladas de plástico. Si esta industria mantiene su trayectoria actual, y no hay señales que sugieran que se invierte est tendencia, a este paso la producción mundial de plástico alcanzará más de 1.100 millones de toneladas por año para 2050. Hablando de 2050: ese es el año en que los científicos predicen que habrá más plástico en los océanos por peso, que peces.


El plástico está también en el aire que respiramos.

“La fuente marina es la más interesante, el plástico que deja el océano en el aire a esa altura, muestra que no hay un sumidero final para él. Simplemente se mueve de un lado a otro en un ciclo indefinido”. —Steve Allen, Universidad de Dalhousie


En cada minuto, el plástico equivalente a un camión volquete se arroja al océano. Incluso desde una perspectiva capitalista hambrienta de dinero, esto es una auténtica estupidez. Pues siendo que el 95 % de todo el plástico que se produce, se usa solo una vez antes de desecharlo, y que todo ese plástico desperdiciado tiene un valor de más de $ 80 mil millones por año, al final lo que estamos haciendo es simplemente tirar el dinero.


Una muestra que contiene organismos vivos y plástico. Imagen: David Liitchswager. Colec. Nat Geo


Pero no importa que el plástico que usamos, ahora ensucie nuestras calles, carreteras, bosques, ríos, lagos y océanos. El daño que este nos puede causar, es mucho peor:

  • Los plásticos se filtran en nuestros sistemas de agua.
  • Los microplásticos se han abierto camino en la nieve del Ártico.
  • Los microplásticos han llegado a los pulmones humanos.
  • Los microplásticos han llegado a los bebés.
  • Los microplásticos han llegado a las placentas.
  • Uno pensaría que los plásticos eventualmente llegan al océano, flotando en montones gigantes como el Gran Parche de Basura del Pacífico antes de hundirse finalmente en el fondo del océano.
  • En cambio, el plástico ahora está atrapado en el ciclo hidrológico. (¿Recuerdas cómo funciona? Evaporación… condensación… precipitación…)

Los científicos han descubierto microplásticos de África en los Pirineos franceses, a 9,438 pies sobre el nivel del mar, pero estos pueden ir mucho más bajo y mucho más alto. 

  • Los microplásticos pueden llegar al fondo de la Fosa de las Marianas y muy por encima del Monte Everest. 
  • Los microplásticos ya están volando alrededor de la troposfera de la Tierra, azotados a grandes distancias a lo largo de la supercarretera ventosa de nuestra otrora gloriosa atmósfera.
  • Literalmente, no hay ningún lugar al que podamos ir para escapar de los plásticos que la industria de los combustibles fósiles ha arrojado a nuestra biosfera. Está matando peces, animales, ecosistemas y humanos.

Francamente, es un crimen contra la humanidad y el futuro: todos los ejecutivos de combustibles fósiles deberían ser juzgados por crímenes de lesa humanidad


¿Entonces, qué podemos hacer?

La solución es obvia: prohibir que las empresas de combustibles fósiles que produzcan más plásticos de consumo, pero sabemos que eso nunca sucederá. 

  • Podemos elegir a quien votamos en función de los proyectos de mejora de Medio Ambiente que propone, y rechazar aquellas propuestas que no incluyen medidas de protección del clima, de los océanos, del aire que respiramos, etc.
  • Se puede no contribuir a la financiación de estas empresas si directamente no invertimos nuestro dinero en ellas, pues esta inversión puede que produzca beneficios a nuestra cartera, pero será a cambio de daños a nuestra salud y la de todos.
  • También podemos conducir menos y andar mas a pie o en bici, o cambiar nuestro contaminante coche por un vehículo eléctrico. Todo lo que haga falta hay que hacer si queremos acabar con la adicción a los combustibles fósiles, porque mientras haya combustibles fósiles, la industria fabricará plásticos con sus sobras, mientras nos llena el aire que respiramos de humo.
  • Hay que dejar de usar botellas de agua de plástico, algo no es difícil de hacer hoy, pues con acceder a un local y pedir un vaso de agua ya dejaremos de tener sed. Ya los locales de hostelería no nos pueden obligar a comprar una botella de agua y nos la tienen que servir de grifo. Si hay que portar agua, con un termo metálico ya solucionamos el problema.  Si queremos beber un refresco o una cerveza, mejor que sea en lata que en plástico, es mas fácil de reciclar. En estos casos podemos ahorrarnos además la pajita bebiendo directamente de la lata.
  • Por cierto, los plásticos de un solo uso serán para usar y tirar, y ese es el problema: que se tiran y duran toda una vida humana. Si vamos a hacer la compra, es preferible el uso de bolsas de lona reutilizables o de tela. También podemos pedirle a la cajera/o una caja de cartón para estibar nuestra compra.
  • Los envases de detergente o de suavizante se pueden reutilizar para deshacerse del aceite de cocina usado para llevarlo después a los puntos de recogida.
  • A la hora de comprar alimentos, evitar los que vienen empaquetados. En las grandes superficies, estoy harto de ver 6 kiwis en un paquete de plástico, cuatro manzanas envueltas en plástico, fresas en envoltorio de plástico, una lechuga envuelta en plástico, cuando si voy al mercado, me las entregan en una bolsa de papel, o de cartón.


Evitemos el plástico como si fuera un veneno, porque nos está envenenando. Todo lo que tenemos que hacer es hacer por nuestra parte lo correcto, que es evitar de manera decidida el plástico. Solo así, podremos disfrutar de un mundo limpio .

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