SHEIN: Toxicidad a todo trapo

Luisondome

Publicidad de SHEIN para el Black Friday

«Los ríos de Asia, llevan el color de la moda en Europa»

Greenpeace ha publicado recientemente en su blog un extenso informe del que son autores Madeleine Cobbing, Viola Wohlgemuth y Lisa Panhuber. En su artículo, los autores denuncian como la multinacional de moda china SHEIN, fundada por Chris Xu, produce ropa y complementos que contienen inaceptables cantidades de tóxicos dañinos para la salud, además de contaminantes.

Greenpeace ha analizado decenas de prendas de vestir de la marca SHEIN adquiridas en distintos puntos de Europa, y los datos son alarmantes: el 15 % contenían sustancias químicas peligrosas que superan los límites reglamentarios de la UE (en algunos casos desbordando los niveles de manera desorbitada). El 32% concentran niveles ‘legales’ de estas sustancias, pero en proporciones ya preocupantes.

Espuma rosa y púrpura en el río Tullahan, en Filipinas. El río cambia de color casi a diario. Varias industrias, incluida una fábrica de tintes, están situadas aguas arriba.

Hace no tantos años, igual unos 15, algunas empresas de moda tuvieron una gran idea. Decidieron crear más de 50 microtemporadas de ropa, ropa nueva en las tiendas cada semana, exportaron su producción a Asia contaminando los ríos allí y explotando a las trabajadoras. Y así, sin más, crearon la fast fashion. Esta industria hoy es responsable del 10% de las emisiones mundiales y del 20% de la contaminación del agua en el mundo, lo que supone agua suficiente para saciar la sed de 110 millones de personas durante todo un año.

La web de SHEIN

Nueva colección cada tres días

¿Puede haber algo peor? Pues sí. Copiando de la mejor manera lo peor de sus competidores, nació SHEIN, que es una marca de moda ultra fast fashion que vende ropa en todo el mundo solo a través de sus plataformas on Line, y muy de vez en cuando con tiendas físicas que aparecen en diferentes ciudades y duran unos pocos días, las pop-up stores. Se la considera ultra fast fashion porque ha ido más allá que la fast fashion. Ha copiado el modelo impuesto por la industria de la moda de tal manera que, si una marca de moda tarda unos tres meses desde que planifica una prenda hasta que la saca al mercado, SHEIN ha acortado el proceso a tan solo tres o siete días, por delante de su competidor más cercano, Zara, que tarda de dos a tres semanas.

Un top a 5 euros, unos leggins a 6 euros o un vestido de novia a 8 euros. Estas aparentes gangas contaminan el planeta, esclavizan a las personas y tienen productos tóxicos. Para producir de manera mundial a este ritmo, se sospecha de sus malas prácticas ambientales y laborales. Porque puede que tal vez ignores la crisis planetaria, pero ¿de verdad quieres ponerte ropa con químicos tóxicos para tu salud?

Greenpeace compró 42 artículos de los sitios web de Shein en Austria, Alemania, Italia, España y Suiza y 5 artículos de una tienda pop-up en Múnich (Alemania) y los envió al laboratorio independiente BUI para un análisis químico.

Análisis y resultados

En Greenpeace, en plena vorágine del Black Friday, han hecho una de las cosas que mejor saben hacer: documentar y denunciar los trapos sucios de las empresas que destruyen el planeta. Para ello compraron 42 artículos de las páginas web de Shein en Austria, Alemania, Italia, España y Suiza y 5 artículos de una tienda pop-up en Múnich, Alemania, y los enviaron a un laboratorio independiente para analizar su composición química. Los resultados, que acaban de ser publicados en su nuevo informe: «Los trapos sucios de SHEIN«, evidencian la despreocupación que muestra SHEIN por la salud humana y los riesgos medioambientales asociados. Los análisis muestran que SHEIN incumple la normativa medioambiental de la UE sobre sustancias químicas, poniendo así en peligro la salud de consumidores y del personal de los proveedores que fabrican los productos. Shein está por tanto incumpliendo el Reglamento REACH.

Las marcas de SHEIN y sus canales de venta

De los 47 productos SHEIN analizados han encontrado que siete de ellos contenían sustancias químicas peligrosas que superan los límites reglamentarios de la UE (Unión Europea), y cinco de estos productos superan los límites en un 100 % o más, es decir sobrepasan los límites tope máximos. Además un total de 15 de los productos contienen sustancias químicas peligrosas en niveles preocupantes, es decir cerca de los valores considerados como tope. Se puede hablar de níquel en unas botas de tacón, de formaldehído en el tutú de un vestido para menores o de níquel en una cazadora o de cromo en otros productos…Sustancias que persisten en el medio ambiente, es decir no se descomponen, que se bioacumulan, o que están presentes cerca de niveles no seguros.

Pero a SHEIN esto le da igual. Le da tan igual, como tener a personas, principalmente mujeres, esclavizadas cosiendo ropa y complementos. Sus trabajadoras tienen jornadas laborales de 11 horas días, 29 días al mes, sin descansos, con bajos salarios, con penalizaciones por errores, con las salidas de emergencia bloqueadas o enrejadas. Y eso no solo pasa allá en Asía, sino que sus trabajadores de su centro logístico de Lieja (Bélgica) se quejaban de horarios inhumanos.

¿Se podía crear algo más contaminante y destructivo que la fast fashion? Pues sí. Y lo han conseguido copiando y elevando la máxima potencia a la fast fashion. Y este modelo quedará de recuerdo para las generaciones futuras, y no será en un museo o en una foto, será en cualquier lugar, porque se han encontrado sustancias químicas persistentes en todo el mundo, desde los casquetes polares, pasando por regiones montañosas remotas, hasta el fondo del mar.


Hace ya más de 10 años que la mayoría del sector textil actuaba así. De hecho es muy conocida la frase «los ríos de Asia, llevan el color de la moda en Europa», es decir, vertían tóxicos a los ríos sin control, tóxicos que estaban en la ropa que nos poníamos. Además sus condiciones laborales eran deplorables rozando la esclavitud, algo que saltó a la luz con el derrumbe del Rana Plaza en Bangladés donde murieron 1134 personas ​​ y otras 2437 resultaron heridas. Las trabajadoras cosían para Benetton, Inditex, El Corte Inglés, entre otros. Desde entonces la industria de la moda ha cambiado mucho en cuestión de tóxicos y prácticas sociales. Sin embargo siguen contaminando el planeta por la cantidad de ropa que producen, y su elevada dependencia a las fibras sintéticas procedentes del petróleo como el poliéster o el nylon.

¿Como promociona SHEIN sus prendas?

El marketing de SHEIN depende en gran medida de las y los influencers, estas personas hábiles en el manejo de las redes y con miles de seguidores que son recompensadas con productos gratuitos a cambio de promocionar los productos de SHEIN entre sus jóvenes seguidores. Por ejemplo, en Alemania esto se realiza con la ayuda de Bianca “Bibi” Claßen, con 5,9 millones de suscriptores en su canal de YouTube, BibisBeautyPalace, y 7,8 millones de seguidores en Instagram, donde presenta contenido patrocinado por Shein y juegos de azar. En Austria, mi9chelle tiene 80,1K seguidores en TikTok. Al utilizar cuentas específicas de Instagram en cada país, Shein puede perfeccionar la estrategia de las y los influencers locales y crear conexiones más relevantes con la clientela de cada mercado.

SHEIN promociona sus servicios en plataformas como Instagram y con la Generación Z es especialmente popular en TikTok y YouTube, donde se ha puesto de moda que los usuarios publiquen “expolios” (haul en inglés) de Shein por valor de 1.000 dólares, o grandes compras. Y funciona: solo en TikTok el hashtag #Sheinhaul tiene 4.300 millones de visitas mientras que en Youtube hay miles de vídeos más con cientos de miles de visitas cada uno. A nivel internacional, el marketing se realiza a través de eventos como el festival Shein Together, oficialmente se trata de un evento benéfico para la OMS que cuenta con el apoyo de la United Nations Foundation y en el que actúan estrellas internacionales como Katy Perry o Lil Nas X.

Esta estrategia ha resultado ser increíblemente exitosa para SHEIN; su página es la web de moda y ropa más visitada del mundo, a veces tiene el doble de visitas que competidores como H&M, Zalando o Adidas, y en 2021 su app fue la aplicación de compras más descargada del mundo, muy por delante de Amazon, solo en Google Play, se han descargado más de 100 millones de veces.

Los expertos y expertas en marketing han nombrado a SHEIN la empresa de moda más manipuladora de la historia, una empresa con un uso excelente de los llamados patrones oscuros; por ejemplo, ocultar los costes ocultos, hacer que la clientela se sienta mal si no compra, anuncios ocultos, ofertas de duración limitada con cuenta atrás, y muchas otras técnicas. Todo para persuadir a su clientela a comprar más de lo que necesita. En un análisis sobre la exposición del consumidor suizo a los patrones oscuros, SHEIN obtuvo el primer puesto con diferencia, con 18 de los 20 patrones oscuros..

Soluciones

Con una sociedad que sale a la calle para pedir medidas climáticas, que sale a la calle para defender los océanos y los bosques, las empresas deben dar ejemplo y ser parte del cambio, y no del problema. Se debe limpiar la producción de ropa y complementos de productos tóxicos para las personas y el planeta. Las empresas deben producir menos ropa y diseñar ropa de mejor calidad, duradera, reparable y reutilizable, en condiciones dignas para las personas trabajadoras, y asumir la responsabilidad de establecer sistemas y servicios de recogida para mantener, reparar y compartir las prendas.

Fuente: Informe completo de Greenpeace

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