Greenpeace denuncia la nula credibilidad de las petroleras

Luisondome 


El  último informe de Greenpeace ya había destapado que las grandes petroleras europeas ―incluida Repsol―, mienten al afirmar que están reduciendo sus emisiones altamente contaminantes.

 

El informe saca a la luz que estas compañías siguen invirtiendo mayoritariamente en combustibles fósiles, a pesar de que la mayoría se habían comprometido a alcanzar cero emisiones netas en 2050.

 

Lo que están haciendo en realidad es ocultar sus inversiones en energías sucias, escondiéndolas debajo de la alfombra de sus informes y disimulándolas con sus grandes campañas publicitarias de greenwashing. Ninguna de ellas tiene una estrategia creíble para cumplir sus promesas de producir energía limpia y sostenible. Quieren seguir arrasando el planeta y que creamos que lo están salvando


Repsol es con diferencia la empresa más contaminante de España, donde los episodios de calor intenso, las sequías y los grandes incendios han puesto en evidencia más que nunca que nuestro país se calienta a un ritmo más rápido que la media mundial a causa del cambio climático.

 

A pesar de ello, Repsol volvió a ser en 2022, un año más, líder en emisiones, con un aumento de las mismas de un 16% y un incremento de sus beneficios de un 70% en relación al año anterior.

 

Pero, a diferencia de lo que Repsol nos quiere hacer ver con su publicidad engañosa, estos beneficios no están contribuyendo a un cambio real de su negocio: sólo un 0,82% de su producción de energía en 2022 tuvo origen renovable. El restante 99,18% corresponde a la producción con petróleo y gas. 

 

Y eso no es todo, la historia de Repsol y sus competidoras es una historia de vertidos y violaciones de derechos humanos. El último ejemplo: el derrame de más de 11.000 barriles de petróleo en las costas de Perú, que causó la mayor catástrofe medioambiental de la historia del país.

 

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