¿Sirven para algo las Cumbres del Clima?

Luisondome

El sultán Ahmed Al Jaber, presidente de la COP 28. | Europa Press


Por lo que se está viendo, las Cumbres del Clima no sirven de nada, y empiezan a parecerse mas a una tomadura de pelo.

Ayer publicaba en este blog un artículo titulado "La evolución de la producción global de combustibles fósiles y de su consumo no augura nada bueno", en el que me refería a los planes de producción de combustibles fósiles, y como las previsiones eran de continuo crecimiento para la próxima década, algo que contraviene los objetivos me mejora medioambiental. 


Hoy casi se puede decir que los objetivos de cambio climático tienen mas de sueño que de realidad. ¿La causa? Los países productores no quieren perder su fuente principal y en muchos casos única de ingresos, y están haciendo lo necesario para incrementarla.


Estos países productores de petróleo y Gas Natural ya no se paran ni siquiera en cuidar las apariencias. La vigésimo octava cumbre del clima, que tendrá lugar este año en Dubai (Emiratos Árabes Unidos), se calienta a falta de dos días para su inicio. Por primera vez, una compañía petrolera  va a presidir la COP 28. En concreto, va a ser el sultán Ahmed Al Jaber, CEO de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dhabi. Sin embargo, esta anécdota, cargada de simbolismo absolutamente negativo con el compromiso medioambiental que suele salir de estas grandes citas, se ha convertido en un cruce directo entre los que apuestan por la energía renovable frente a los que mantienen la apuesta por el gas y el petróleo.


Hasta ahora, la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que agrupa a Estados Unidos y la Unión Europea principalmente, había mantenido ligeros choques con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que reúne a todos los productores, entre los que destaca Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Nigeria y Kuwait. Unas disputas que se han acentuado esta misma semana tras dos episodios cargados de intenciones entre los que defienden unas y otras tecnologías.


En primer lugar, el pasado jueves la AIE, y a falta de una semana para que comenzase la cumbre, publicó un informe titulado ‘La industria del petróleo y el gas se enfrenta a la hora de la verdad -y a la oportunidad de adaptarse- a medida que avanza la transición hacia energías limpias’. Era un mensaje claro que ponía de sobre aviso a todas las petroleras, principalmente a las de Oriente Medio.


En el informe se podían leer afirmaciones como «los productores deben elegir entre contribuir a una crisis climática cada vez más grave o convertirse en parte de la solución adoptando el cambio hacia la energía limpia». Además, Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, lo elevó aún más: «La industria del petróleo y el gas se enfrenta a un momento de la verdad en la COP28 de Dubai. Con el mundo sufriendo los impactos de una crisis climática que se agrava, seguir como hasta ahora no es ni social ni medioambientalmente responsable».


Este lunes, después de este contundente informe, el medio británico BBC publicó que los Emiratos Árabes Unidos planeaban utilizar su papel de anfitrión en la cumbre del clima de la Organización de Nacionales Unidas (ONU) como una oportunidad para negociar y cerrar acuerdos sobre petróleo y gas. Así lo desveló una serie de documentos filtrados que revelan planes para discutir acuerdos sobre combustibles fósiles con hasta 15 países.


Por último, el medio británico recoge que el organismo de la ONU, responsable de la COP28, dijo que «esperaba que los anfitriones actuaran sin prejuicios ni intereses propios». Pese a ello, Emiratos Árabes Unidos no negó haber utilizado las reuniones de la cumbre del clima para mantener conversaciones de negocios, y, además afirmó que «las reuniones privadas son privadas». Por otro lado, se negó a comentar lo tratado en aquellos encuentros y sentenció asegurando que su trabajo se ha centrado en una «acción climática significativa».


A principios del pasado mes de octubre, la OPEP publicó su informe anual de 2023 sobre la perspectiva mundial del mercado del petróleo. No obstante, las perspectivas que detalló sobre las expectativas de evolución de la demanda de petróleo en los próximos años son muy distintas a las que anunció la AIE unas semanas atrás. Así, y según la información recogida por este medio, «mientras que la AIE habla de disminuir la demanda de petróleo, la OPEP asegura que la demanda debe aumentar un 23% hasta el año 2045. Esto supone una media de tres millones de barriles más al día cada año, hasta colocarse en los 116 millones de barriles diarios».


Por otro lado, mientras la AIE subraya que «no serán necesaria nuevas inversiones en la explotación de nuevos yacimientos de petróleo, la OPEP pide una inversión de 14 billones de dólares para la explotación y extracción de nuevos yacimientos». Cabe añadir que los productores de petróleo prevén aumentar la presencia de renovables en el mix energético del 2,7% al 11,7% en 2045. 


La cumbre de Dubai está llamada a despejar muchas incógnitas sobre la geopolítica energética de los próximos años, que afectarán a las directrices tanto empresariales, como políticas. Pero el primer error es de bulto, ya se ha cometido. Poner en manos de un país productor de petróleo la organización de una cumbre climática para decidir como sustituir la energía fósil por energías renovables, es como poner a un zorro al cuidado de las gallinas. La geopolítica energética va a ser sustituida por la geopolítica de los negocios petrolíferos y gasísticos.


Para ello, dirigentes empresariales, Primeros Ministros y Ministros se subieran a 400 Jets privados para asistir a la Cumbre a cerrar sus acuerdos. ¿De Objetivos para el Clima? NO. De objetivos de negocio. Asisten todos ellos a la cumbre para cerrar acuerdos de compra de petróleo a largo plazo, comprometiendo el objetivo de la cumbre para lograr el de la OPEP, que es vender petróleo hasta agotar los pozos.


Una vez mas, la avaricia de unos pocos, nos acerca a todos los demás paso paso al abismo del infierno climático. De una manera, o de otra, esto hay que pararlo de una vez por todas, sino, todos iremos a parar ahí, al infierno planetario.



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